la portada del disco más aclamado de Nirvana nos muestra a un bebé sumergido en una piscina, buceando en busca de un billete de dólar que está enganchado a un anzuelo. La portada tiene su historia, ya que la idea surgió cuando los miembros del grupo estaban viendo un documental que mostraba nacimientos en el agua. Rápidamente se pusieron a buscar material, pero se encontraron con que las fotografías disponibles no sólo eran demasiado caras —sus autores pedían una cantidad de dinero desproporcionada en concepto de derechos—, sino que la compañía discográfica las encontraba demasiado explícitas, algo parecido a lo que pasa hoy con Facebook.
Por estos motivos el grupo decidió contratar a un fotógrafo profesional para la ocasión, que se encargaría de tomar la foto adecuada para representar lo que era Nevermind. Una vez hecho el trabajo, se eligió la fotografía del hijo de uno de los amigos del fotógrafo para la aclamada portada, aunque no cesaron los problemas. La disquera quiso censurarla, eliminando el pene del bebé ya que podría dañar los sentimientos de alguna persona, y de hecho el retoque se hizo, pero finalmente Kurt Cobain puso las cartas sobre la mesa y exigió que la única censura que aceptaría sería una pegatina sobre dicha parte que contuviera la frase Si esto hiere tu sensibilidad, tal vez seas un pedófilo encubierto.
